¿Se aburre Barreiro?
A la vista de las declaraciones a la prensa del miércoles pasado de la primera edil cartagenera, en las que se permitía desvelar conversaciones privadas con los responsables de la Universidad Politécnica respecto a la posición oficial en el tema de la puerta del CIM, hay que concluir que o bien nuestra alcaldesa se aburre a morir o le gustan mucho las polémicas, incluso cuando el Ayuntamiento no está en el centro de las mismas.
No entraré a comentar la inelegancia y la beligerancia que revelan sus declaraciones con respecto a una institución a la que no ha conseguido meter todavía en su red clientelar. Tan sólo diré antes que nada que la labor educativa, cultural, urbanística y sociológica que está haciendo la Universidad Politécnica se merece un trato más considerado y cortés del que Pilar Barreiro hace gala. Cada uno es dueño de sus silencios y si la Universidad Politécnica ha decidido no hacer pública su posición con respecto a este tema es muy dueña de hacerlo. La primera edil no debería tener nada que decir al respecto.
Otro aspecto llamativo de las declaraciones de la alcaldesa es su disponibilidad «desde siempre» a demoler la puerta del CIM. Y es llamativo, digo, no porque se apunte a la demolición, porque no hay nada más que ver el casco histórico para deducir que le gusta demoler y mucho. Sino porque falta seriamente a la verdad.
La normativa vigente urbanística (POPCH), que ella misma ha aprobado, y el anteproyecto de plan general de Cartagena, actualmente en trámite, la desmienten; porque mantienen el Cuartel y la puerta desde el principio en el contexto del denominado PERI CA7. Peri que Adepa considera fraudulento por la forma en que ha sido tramitado y porque con él se está masacrando la obra de Sebastian Feringán y Jorge Juan, a la que Cartagena debe su auge desde el siglo XVIII.
El segundo argumento que la desmiente es la propia tramitación de este infausto proyecto de la plaza del CIM. Aquí se puede ser más categórico todavía: ninguno de los proyectos de obra presentados por el Ayuntamiento ha requerido nunca la demolición de la puerta de Aranguren.
Por tanto o bien la alcaldesa ignora su propia normativa urbanística -lo que es inadmisible- o bien pretende actuar -según su costumbre- a salto de mata, de forma oportunista y desprogramada como ya ha hecho en las Siervas, en el Lago, en el Monte Sacro y ahora pretende hacer en Santa Lucia. Siempre forzando la legislación estatal, regional y local para hacer lo que le viene en gana. La señora Barreiro no quiere entender que la mayoría en las urnas por muy absoluta que sea no la faculta para ignorar las normativas, especialmente las que aprueba la corporación que ella preside.
Si a la alcaldesa no le gustaba el proyecto del edificio anexo del CIM presentado por la Politécnica tuvo ocasión sobrada de enmendarlo en el trámite de autorización de licencia. A ello le habría ayudado la normativa del POPCH, los técnicos culturales y hasta Adepa si nos lo hubiera permitido.
Por tanto seria muy de agradecer que la alcaldesa se hiciera al menos co-responsable de un desaguisado que ella misma ha propiciado desde el principio con un proyecto como el de la plaza del CIM para el que nunca ha habido presupuesto y deje de hacer demagogia contra la Politécnica, contra el Ministerio de Defensa y contra quienes en definitiva no han hecho sino pretender enmendar lo que ella misma y sus amigos políticos pusieron en marcha.
De la propuesta de venta del cuartel a la Ucam ella debería ser la primera interesada en olvidarse.
Juan Miguel Margalef es miembro de la junta directiva de Adepa y del Foro Ciudadano.
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Ramón -